"Mi mascota es otra cuando alguien me visita"
¿Cuántas veces le ha ocurrido que su mascota, sea perro o gato, se comporta muy bien en familia, pero cuando llega alguna visita, se vuelve incontrolable o agresivo o solo una molestia continua?
El ejemplo más típico es cuando llegan niños a una casa y el perro, aunque está acostumbrado a convivir con niños, se vuelve muy inquieto, anda a la par de todos los niños e incluso los sobrepasa hasta el cansancio. Hay ocasiones en que el cambio de comportamiento se vuelve una verdadera molestia e impide una convivencia armoniosa, ya sea por la agresividad o sin ser agresivo, por la intensidad del mal comportamiento.
¿Qué hacer?
Lo anterior es un típico ejemplo de cuándo usar el “tiempo fuera”, que es cuando se mete a la mascota a su jaula. Se le dice “tiempo fuera” o “basta” o lo que sea y se mete ahí hasta que se haya ido la visita. Si la mascota se comporta agresiva o si se muestra muy reacia a permanecer tranquila en su jaula, entonces el tiempo fuera incluye ponerle lejos de la vista de todos, de modo que esté aislada y sin estímulos externos de movimiento enfrente de la jaula.
Al hacer esto de manera repetida y constante, es decir, siempre lo mete a la jaula cuando alguien vaya a la casa, su mascota aprenderá que “tiempo fuera” entra en vigor en cuanto alguien se presenta y se irá a meter a su jaula dócilmente.
Si su mascota está adiestrada (que conste que también los gatos pueden ser adiestrados) entonces use las órdenes y trabaje enfrente de las personas distractoras. Por supuesto que le va a costar trabajo y no va a obedecer a la primera, pero persista y en unas cuantas sesiones, lo logrará. Su mascota empezará a asociar la presencia de aquellas personas con hora de trabajar.
Si su mascota no tiene educación alguna (que ya no tiene excusas con el sistema de adiestramiento en grupo, donde usted lo adiestra y nosotros le decimos cómo) o de plano no obedece a pesar de tener algo de adiestramiento, entonces haga lo siguiente: Agótela. Si sabe que le van a visitar niños o personas que aceleran a su mascota, sáquela a pasear con energía, a que se canse, no a que visite los jardines vecinos, sino a una caminata o corrida vigorosa y agote a su mascota. Nada como tenerla completamente agotada para que no le quede energía para molestar a los demás.
En el caso de los gatos, le puede embarrar mucha crema de cacahuate en los bigotes y en general en toda la cara, para que se entretenga limpiándose mientras están las visitas.
¿No puede sacar a pasear a su mascota y no tiene obediencia que pueda usar cuando llegan las visitas? Entonces dele a las visitas herramientas para que jueguen con su mascota. Hay infinidad de juguetes, pelotas, luces para que las sigan y un sinfín de artículos de modo que transforme la manera en que las visitas y su mascota interactúan.
Pero, ¿y si a la persona que viene no le gusta la mascota o le tiene miedo? Entonces use el método del tiempo fuera y evite forzar la interacción entre ambas partes. A la fuerza, ni los zapatos entran.
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